Dicen que una vez había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía: "POR FAVOR AYÚDENME, SOY CIEGO". Un hombre que pasaba frente a el, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel, lo dio la vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue. Por la tarde el reativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él quien reescribió su cartel y qué había puesto. El publicista le contestó "Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras". Sonrió y siguió su camino. El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: "HOY ES PRIMAVERA Y NO PUEDO VERLA".
Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y verán que puede que resulte mejor de esa manera.
De: La Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman
Imaginemos pues un lugar donde, por ejemplo, un científico pudiera conversar con una madre asustada por el futuro de sus hijos, o el okupa pendenciero desgañitarse con el más voraz de los constructores, allí donde se desmelenara el político de ideas demasiado pragmáticas ante un moralista pasivo e intransigente. O cambiando de escala, sociólogos de la violencia y sus justificadores desentrañando porqué mueren servidores públicos, se
masacra a la desvalida población civil en tantos lugares del planeta y también mujeres, viajeros de trenes de cercanías, ecosistemas enteros, valores. Y ser capaces de ir mas allá de las exposiciones para acometer juntos las propuestas. Y que todos estos diálogos estuvieran asediados de público comprometido, en un inmenso escaparate interactivo, sin trampa ni cartón. Sí. Allí donde se produjera una mínima parte de ese milagro, allí debería estar el Forum. Y ese sitio, por ahora, no es Barcelona, Porque si al final nos queda como imagen del Forum la presencia de los silenciosos guerreros de Xian (¿A quién se le ocurrió que la megalomanía de un emperador chino con buen gusto artístico encajaba en el Forum?) es que continuamos siendo parte del problema y un lastre para las soluciones, una sociedad bienintencionada pero con los pies de barro...........
IMPRECISIONES DEL LENGUAJE
Adolecer. El diccionario define esta palabra como "padecer alguna enfermedad habitual o (acompañada de de) algún defecto". Pero es empleada a menudo justamente en sentido
contrario: "carecer de algo".
El orden de los factores no altera el producto. En rigor, es el desorden de los factores.
Qué pesada está la atmósfera, se decía antiguamente en los días de baja presión, es decir, cuando literalmente el aire "pesa" menos.
Es un escuerzo se dice de las personas delgadas, cuando un "escuerzo" es un sapo, animal más bien hinchado.
Voy a enervar esta acción, dicen los abogados, buenos usuarios del verbo "enervar", cuando van a paralizarla. Pero mucha gente interpreta que "enervar" es "excitar", por similitud con la palabra "nervio".
Hacerse la barba, voz más bien del siglo pasado, significaba precisamente lo contrario, quitársela, al menos en parte.
Engañar como a un chino no es muy exacto que digamos: los comerciantes chinos son conocidos por su agudeza.
Llevar un traje o vestido se ha popularizado, pero la voz clásica era "traerlo".
Coger una enfermedad, cuando es ella la que me coge a mí. Efectivamente, en tiempos pasados se decía "Me cogieron unas calenturas".
Meter los zapatos en la horma, lo que es tan imposible como meter el horno en el pan.
No me cayó la lotería por un número. ¡Claro! Siempre es así. Habría que decir "por una unidad".
Ser un cero a la izquierda. Esto presupone hablar de números enteros, porque en los decimales, un cero a la izquierda disminuye el valor.
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