Se cuenta que el filósofo Ludwig Wittgenstein se encontraba en la estación de Cambridge esperando el tren con una colega. Mientras esperaban se enfrascaron en una discusión de tal manera que no se dieron cuenta de la salida del tren. Al ver que el tren comenzaba a alejarse Wittgenstein echó a correr en su persecución y su colega detrás de él. Wittgenstein consiguió subirse al tren pero no así su colega. Al ver su cara de desconsuelo, un mozo que estaba en el andén le dijo, - no se preocupe, dentro de diez minutos sale otro. - Ud. no lo entiende- le contestó ella- él había venido a despedirme.
Los habitantes de las grandes alturas de los Andes han desarrollado pulmones mayores del tamaño normal y un pecho más grande, a fin de vivir más fácilmente con la baja presión del aire. En los Andes la presión del aire esde 560 kilogramos por centímetro cuadrado; al nivel del mar es de 1,050 kilogramos por centímetro cuadrado. Además, sus cuerpos han cambiado para ayudar a combatir el frío. Sus brazos y piernas son más cortos de lo normal, como resultado de incontables generaciones de adaptación. De este modo, la sangre debe recorrer distancias más cortas.
Células, tejidos, el cerebro y los distintos sistemas del cuerpo humano - 'Inside the body' ('Dentro del cuerpo')
A photograpich exhibition about the Northern Lights by the icelandic photographer Sigurdur H Stefnisson.
Web of Letters
Tenemos que aprender a ser el mejor amigo de nosotros mismos, porque con demasiada frecuencia caemos en la trampa de ser nuestro peor enemigo.
(Roderick Thorp)
¿Quién es el autor de la frase:"¿El doctor Livingston, supongo?". De esta manera saludó el americano Henri Morton Stanley al escocés David Livingston cuando en 1871 se encontraron a las orillas del lago Tanganica. Livingston llevaba varios años perdido en el corazón de África y el diario New York Herald organizó una expedición en su búsqueda. Después de más de veinte meses de pesquisas, Stanley halló a Livingston, quien disfrutaba plácidamente de su nueva vida y no mostraba el menor signo de preocupación. Sin embargo, el aspecto y el color de su piel no crearon ninguna duda en el americano sobre la identidad del personaje.
SER CHIVO EXPIATORIO. Este dicho proviene de una práctica ritual de los antiguos judíos, por la que el Gran Sacerdote, purificado y vestido de blanco para la celebración del Día de la Expiación ("purificación de las culpas por medio de un sacrificio") elegía dos machos cabríos, echaba a suerte el sacrificio de uno, en nombre del pueblo de Israel y ponía las manos sobre la cabeza del animal elegido -llamado el Azazel- al que se le imputaban todos los pecados y abominaciones del pueblo israelita. Luego de esta ceremonia, el macho sobreviviente era devuelto al campo por un acólito y abandonado a su suerte, en el valle de Tofet, donde la gente lo perseguía entre gritos, insultos y pedradas. Por extensión, la expresión "ser el chivo expiatorio" adquirió entre nosotros el valor de hacer caer una culpa colectiva sobre alguien en particular, aun cuando no siempre éste haya sido el responsable de tal falta.
Si...
Si abriste, cierra.
Si encendiste, apaga.
Si conectaste, desconecta.
Si desordenaste, ordena.
Si ensuciaste, limpia.
Si rompiste, arregla.
Si no sabes arreglar, busca al que sepa.
Si no sabes qué decir, cállate.
Si debes usar algo que no te pertenece, pide permiso.
Si te prestaron, devuelve.
Si no sabes cómo funciona, no toques.
Si es gratis, no lo desperdicies.
Si no es asunto tuyo, no te entrometas.
Si no sabes hacerlo mejor, no critiques.
Si no puedes ayudar, no molestes.
Si prometiste, cumple.
Si ofendiste, discúlpate.
Si no sabes, no opines.
Si opinaste, hazte cargo.
Si algo te sirve, trátalo con cariño.
Si no puedes hacer lo que quieres,
trata de querer lo que haces.
0 comentarios:
Publicar un comentario