En los meses antes de que ordenara la invasión de Irak, George Bush y sus altos funcionarios hablaron de preservar el “patrimonio” de Irak para el pueblo iraquí. En tiempos en los que hablar del petróleo iraquí era tabú, lo que Bush quería decir al hablar de patrimonio era exactamente eso – el petróleo iraquí. En su “declaración conjunta sobre el futuro de Irak” del 8 de abril de 2003, George Bush y Tony Blair declararon: “Reafirmamos nuestro compromiso de proteger los recursos naturales de Irak, como patrimonio del pueblo de Irak, que debería ser utilizado sólo para su beneficio”. (1) En esto cumplieron con su palabra. Entre los pocos sitios que los soldados estadounidenses realmente protegieron durante y después de su invasión estuvieron los campos petrolíferos y el Ministerio de Petróleo en Bagdad. Pero el verdadero patrimonio iraquí, esa herencia milenaria de la humanidad, fue algo diferente. Al mismo tiempo que los eruditos estadounidenses advertían de un futuro “choque de civilizaciones” nuestras fuerzas de ocupación permitían que lo que es tal vez el mayor de los patrimonios humanos fuera saqueado y destrozado >>>>>>>>>>>>>>>>>> >



Palm Beach Post - U.S. service men, women who have died in Iraq, Afghanistan

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El Escondite

Cuentan que una vez, se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura, como siempre tan loca, les propuso:
— “¿Jugamos al escondite?”
La intriga levanto las cejas intrigada y la curiosidad, sin poder contenerse, pregunto:
— “¿Al escondite? ¿Y como es eso?”
— “Es un juego, explico la locura, en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar de uno hasta un millon mientras ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre ocupara mi lugar para continuar el juego.”
El entusiasmo bailo secundado por la euforia, la alegria dio tanto saltos que termino por convencer a la duda, e incluso a la apatia, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar: La verdad prefirió no esconderse, ¿para que?, si al final siempre la encontraban; y la soberbia opino que era un juego muy tonto pero en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya; y la cobardia, la cobardia prefirio no arriesgarse.
— “Uno, dos, tres,...”. Comenzo a contar la locura.
La primera en esconderse fue la pereza que, como siempre, se dejo caer tras la primera piedra del camino. La fe subio al cielo y la envidia se escondio tras la sombra del triunfo que, con su propio esfuerzo, habia logrado subir a la copa del arbol mas alto.
La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecia maravilloso (para alguno de sus amigos): que si un lago cristalino, ideal para la belleza; que si la rendija de un arbol, perfecto para la timidez; que si el vuelo de una mariposa, lo mejor para la voluptuosidad; que si una rafaga de viento, magnifico para la libertad. Asi que termino por ocultarse en un rayito de sol.
El egoismo, en cambio, encontro un sitio muy bueno. Desde el principio lo encontro ventilado, comodo, eso si, solo para él.
La mentira se escondio en el fondo de los oceanos. ¡Mentira! En realidad se escondio detras del Arco Iris. Y la pasion y el deseo en el centro de los volcanes. El olvido... se me olvido donde se escondio, pero bueno eso no es lo importante.
Cuando la locura contaba novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve el amor aun no habia encontrado sitio para esconderse pues todo se encontraba ocupado. Hasta que diviso un rosal, y enternecido, decidio esconderse entre sus flores.
— “¡¡¡Un millon!!!”. Conto la locura. Y comenzo a buscar. La primera en aparecer fue la pereza, solo a tres pasos de la piedra. Despues se escucho a la fe discutiendo con Dios en el cielo sobre zoologia, y a la pasion y al deseo los sintio en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontro a la envidia y, claro, pudo deducir donde estaba el triunfo. Al egoismo no tuvo ni que buscarlo, el solito salio disparado de su escondite, que habia resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintio sed, y al acercarse al lago, descubrio a la belleza.
Y con la duda resulto ser mas facil todavia, pues la encontro sentada sobre una cerca sin decidir aun de que lado esconderse. Asi fue encontrando a todos: el talento entre la yerba fresca; la angustia en una oscura cueva; la mentira detras de El Arco Iris, ¡mentira!, si ya estaba en el fondo del oceano; y hasta al olvido, al que ya se le habia olvidado que estaba jugando al escondite.
Pero solo el amor no aparecia por ningun sitio. La locura busco detras de cada arbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montanas, y cuando iba a darse por vencida, diviso un rosal y sus rosas.
Tomo una rama y comenzo a moverla cuando de pronto un doloroso grito se escucho. Las espinas habian herido en los ojos al amor. La locura no sabia que hacer para disculparse: lloro, rogo, le pidio perdon y hasta prometio ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugo al escondite en la tierra, el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.

reventar embalajes de plástico.

13 RUE DEL PERCEBE

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Un slogan simple y directo - ilusionante y preñado de almíbares expectativas - el que utiliza la firma BMW IBERICA para inducir la compra del "remake" de uno de los coches más celebérrimos de todos los tiempos: el MINI.

Lástima que el sueño se torne en pesadilla y la cruda realidad diluya la buena memoria de aquel ancestro, merced a la inoperancia de todo un tinglado técnico-comercial que, al cobijo del prestigio que otorgan las siglas BMW, es incapaz de dar una respuesta puntualmente estética cuando surge un problema que le rebasa.WWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW


El escritor irlandes Bernard Shaw (1856-1950) era un gran amante de las flores, pero un día que le regalaron un ramo exclamo indignado: "!Quítenme eso de delante!".
"¿Pero es que no le gustan las flores?" preguntó su admirador. "Claro que me gustan. Pero también me gustan los niños y no me dedico a cortarles la cabeza para ponerlas en un jarrón".



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