CHOQUE CULTURAL : EXPO CALAVERA


En 1558, Isabel, hija de Enrique VIII y Ana Bolena, ocupaba el trono inglés con el sueño de entroncar su linaje con el de Felipe II de España. Según se dice, la Tudor estaba secretamente enamorada del Austria. Sin embargo, la noticia de una posible malformación genital de la reina virgen llegó a oídos del español, quien desestimó el hipotético enlace. Desde ese momento, Isabel I desarrolló una fatal inquina personal contra su otrora amado y, en su venganza, resucitó el anglicanismo de su padre persiguiendo a los católicos, y llegando a ejecutar a su propia prima María Estuardo en 1587. La reacción de los españoles no se hizo esperar enviando a la Armada Invencible para invadir Gran Bretaña. Los resultados catastróficos de aquella expedición son de sobra conocidos. Pero lo cierto es que nunca sabremos qué habría sido de la historia europea si las partes pudendas de esta monarca no hubiesen estado tan afectadas.


Muere lentamente quien se transforma
en esclavo del hábito, repitiendo todos los días
los mismos trayectos, quien no cambia de marca,

no arriesga vestir un color nuevo
y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos
y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea
la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos
una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días
quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandonando
un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto
que desconoce o no respondiendo cuando le
indagan sobre algo que sabe.


Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo
exige un esfuerzo mucho mayor que
el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará
que conquistemos una espléndida felicidad.

Pablo Neruda


«Aunque yo distribuyese todos mis bienes para sustento de los pobres, si no tengo caridad, de nada me sirve.»
- Primera Carta de San Pablo a los Corintios -
La beneficencia es justamente lo contrario de la caridad; la beneficencia es el impuesto que pagamos para mantener nuestra conciencia tranquila y poder espantar el fantasma de la caridad. Esta forma clásica de beneficencia todavía mantiene su vigencia y predicamento, sobre todo entre estos midas del dinero rápido qué con mala conciencia y hambre de notoriedad se hacen perdonar el pastón que ganan, donando una calderilla a los huerfanitos, a los niños oligofrénicos o a los ancianos con alzheimer con sus telemaratones fatigosamente solidarios con que nos fustigan cada vez que se aproxima la Navidad, conciertos o subastas u otras variantes del espectáculo memo, en las que los cuatro famosetes de siempre aprovechan para promocionarse, y las marcas comerciales que patrocinan el evento, se anuncian gratis.
A la postre, la miseria y el dolor del prójimo (pero siempre de un prójimo que reside en el otro hemisferio, por supuesto) se convierten en motivo de algaraza y diversión. - Juan Manuel de Prada - El Semanal - nº889



El mayor libro del mundo se encuentra en Birmania, concretamente en la Pagoda Kuthodaw. Se trata del "Tipitaka", también conocido por el "Canon de Pali", y que es el escrito de tradición budista más antiguo que se conserva. Consta de 729 páginas, todas ellas hechas de mármol y escritas por ambos lados. Cada una de estas páginas tiene unos 150 centímetros de alto y 90 de ancho.

El 26 de Noviembre se celebra el Día sin compra, una jornada de reflexión sobre la sociedad de sobreproducción y sobreconsumo en la que estamos inmersos.


www.comercioconjusticia.com

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