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“Nuestra juventud ama el lujo, tiene malos modales, menosprecia la autoridad y no tiene ningún respeto a los mayores. Los niños de nuestra época son tiranos, ya no se levantan y esclavizan a su maestro”.
Sócrates







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Nacido el 31 de diciembre de 1878, Quiroga era hijo del vicecónsul argentino en Salto y de la oriental Pastora Forteza. Por parte de su padre descendía del caudillo riojano Facundo Quiroga.
Desde el comienzo de su vida, Quiroga vivió sumergido en acontecimientos trágicos: con apenas tres meses de edad, presenció desde los brazos de su madre cómo moría su padre de un disparo accidental de su propia escopeta, al intentar descender de una embarcación con el arma en una posición incorrecta. El estampido del arma y el horroroso espectáculo provocaron que Pastora dejara caer al niño, que se golpeó contra las tablas del muelle. Habían comprado una chacra en San Antonio Chico, donde abundaba la caza. La costumbre de viajar armado fue la causa de la trágica muerte del padre de Quiroga. La madre, ahora viuda, se trasladó a Córdoba con los niños para tratar la enfermedad pulmonar de una de las hermanas de Quiroga. Luego de cuatro años en las sierras, regresaron a Salto. El futuro escritor estudiará allí en un colegio sostenido económicamente por la masonería.
En 1891 su madre se volvió a casar —esta vez con Ascencio Barcos—, y el pequeño Quiroga aceptó su decisión y llegó a querer profundamente a su padrastro. Lamentablemente, Barcos, desesperado tras quedar paralítico y mudo por un derrame cerebral, tomó una escopeta, se apuntó con ella a la cara y, operando el disparador con el dedo de su único pie funcional, se suicidó en presencia de Quiroga, que era a la sazón apenas adolescente.
La vida de Quiroga, marcada por la tragedia, los accidentes de caza y los suicidios, culminó por decisión propia, al beber voluntariamente un vaso de cianuro en un hospital porteño a los 58 años de edad.



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Formulaciones teóricas sobre el arte del cuento -

1.Contar un cuento es saber guardar un secreto.
2.Aunque hablen en pretérito, los cuentos suceden siempre "ahora". No hay tiempo para más ni falta que hace.
3.El excesivo desarrollo de la acción es la anemia del cuento, o su muerte por asfixia.
4.En las primeras líneas un cuento se juega la vida; en las últimas líneas, la resurrección. En cuanto al título, paradójicamente, si es demasiado brillante se olvida pronto.
5.Los personajes no se presentan: actúan.
6.La atmósfera puede ser lo más memorable del argumento. La mirada, el personaje principal.
7.El lirismo contenido produce magia. El lirismo sin frenos, trucos.
8.La voz del narrador tiene tanta importancia que no debe escucharse demasiado.
9.Corregir: reducir.
10.El talento es el ritmo. Los problemas más sutiles empiezan en la puntuación.
11.En el cuento, un minuto puede ser eterno y la eternidad caber en un minuto.
12.Narrar es seducir: jamás satisfagas del todo la curiosidad del lector.


Nuevo Dodecálogo de un cuentista –

1.Si no emociona, no cuenta.
2.La brevedad no es un fenómeno de escalas. La brevedad requiere sus propias estructuras.
3.En la extraña casa del cuento los detalles son los pilares y el asunto principal, el tejado.
4.Lo bello ha de ser preciso como lo preciso ha de ser bello. Adjetivos: semillas del cuentista.
5.Unidad de efecto no significa que todos los elementos del relato deban converger en el mismo punto. Distraer: organizar la atención.
6.Anillo afortunado: a quien escribe cuentos le ocurren cosas, a quien le ocurren cosas escribe cuentos.
7.Los personajes aparecen en el cuento como por casualidad, pasan de largo y siguen viviendo.
8.Nada más trivial, narrativamente hablando, que un diálogo demasiado trascendente.
9.Los buenos argumentos jamás pierden tiempo argumentando.
10.Adentrarse en lo exterior. Las descripciones no son desvíos, sino atajos.
11.Un cuento sabe cuándo finaliza y se encarga de manifestarlo. Suele terminar antes, mucho antes que la vanidad del narrador.
12.Un decálogo no es ejemplar ni necesariamente transferible. Un dodecálogo, muchísimo menos.
Andrés Neuman

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El mallorquín Jorge Lorenzo, campeón mundial de 250 cc en Cheste, ha fijado la residencia en Andorra y se añade a cuatro participantes al mundial de motociclismo que ya viven oficialmente en el Principado.



Tintin sauve l'Espagne !



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Leer por leer...



Cuando en mi camino el sol del mediodía lanza sus rayos abrasadores,
es mi dosel la sombra de la bandera tremolante.
Más grato que jardines y alcázares excelsos
es para mí el desierto y la morada en la tienda.
Abd al-Rahman ibn Muawiya al-Dajil



Citas incorrectas


"Tócala otra vez, Sam"
Quizá la más famosa frase de la película Casablanca, atribuía al personaje de Rick (Bogart), y sin embargo ningún personaje la pronuncia. El personaje de Ilsa (Ingrid Bergman) dice "Play it, Sam. Play 'As Time Goes By'" ("Tócala, Sam. Toca 'El tiempo pasará'". Más adelante, Rick dice a Sam "You played it for her, you can play it for me. Play it!" ("La tocaste para ella, la puedes tocar para mí ¡Tócala!". La frase "Play it again, Sam" aparece realmente en la película de los hermanos Marx A Night in Casablanca (1946) (Una noche en Casablanca) y es el título original de la película Sueños de seductor, de Woody Allen. Del mismo modo, "Play it again" ("Tócala otra vez") es el título de la primera novela de Stephen Humphrey Bogart, hijo del actor y de la actriz Lauren Bacall.


"Ladran, Sancho, luego cabalgamos." - Variante: "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos."
Una frase frecuentemente atribuída a Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, que en realidad no aparece en ninguna parte del libro.


"Conócete a ti mismo". - "Gnothi seauton" (transcripción del griego) - "Nosce te ipsum" (latín).
Es una frase atribuída a Sócrates, pero realmente es una frase del oráculo de Delfos.

Elementary, my dear Watson"
Traducción: "Elemental, mi querido Watson".
Frecuentemente atribuido al personaje Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, no aparece en las obras del autor original. Sí aparecen como palabras de Holmes "Superficial, mi querido Watson" y "Elemental" por separado. Las combinaciones "Elemental, mi querido Watson" y "Elemental, mi buen Watson" sólo aparecen en libros, películas e historietas posteriores de otros autores.


"Con la Iglesia hemos topado"
"Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho"
Atribuída popularmente al personaje de Alonso Quijano, es una variación de "Con la iglesia hemos dado, Sancho". En el texto original, Don Quijote se refería a una iglesia (edificio) de El Toboso, pero habitualmente se usa cuando interviene la Iglesia (como institución).




halta - definizione



No me llames extranjero /Rafael Amor

No me llames extranjero,
porque haya nacido lejos,
o porque tenga otro nombre
la tierra de donde vengo.

No me llames extranjero,
porque fue distinto el seno
o porque acunó mi infancia
otro idioma de los cuentos.

No me llames extranjero
si en el amor de una madre,
tuvimos la misma luz
en el canto y en el beso,
con que nos sueñan iguales
las madres contra su pecho.

No me llames extranjero,
ni pienses de dónde vengo,
mejor saber dónde vamos,
a dónde nos lleva el tiempo.

No me llames extranjero,
porque tu pan y tu fuego,
calman mi hambre y mi frío,
y me cobija tu techo.

No me llames extranjero,
tu trigo es como mi trigo,
tu mano como la mía,
tu fuego como mi fuego
y el hambre no avisa nunca,
vive cambiando de dueño.

No me llamas extranjero
porque me trajo un camino,
porque nací en otro pueblo,
porque conozco otros mares
y un día zarpé de otro puerto,
si siempre quedan iguales
en el adiós los pañuelos
y las pupilas borrosas
de los que dejamos lejos.
Los amigos que nos nombran
y son iguales los rezos
y el amor de la que sueña
con el día del regreso.

No me llames extranjero,
traemos el mismo grito,
el mismo cansancio viejo
que viene arrastrando el hombre
desde el fondo de los tiempos,
cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos,
los que dividen y matan,
los que roban, los que mienten
los que venden nuestros sueños,
ellos son los que inventaron
esta palabra, extranjero.

No me llames extranjero
que es una palabra triste,
que es una palabra helada
huele a olvido y a destierro.

No me llames extranjero
mira tu niño y el mío
como corren de la mano
hasta el final del sendero.

No los llames extranjeros,
ellos no saben de idiomas
de límites ni banderas,
míralos se van al cielo
con una risa paloma
que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero,
piensa en tu hermano y el mío,
el cuerpo lleno de balas
besando de muerte el suelo.
Ellos, no eran extranjeros,
se conocían de siempre
por la libertad eterna
e igual de libres murieron.

No me llames extranjero,
mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio,
del egoísmo y del miedo,
y verás que soy un hombre,
no puedo ser extranjero.
No me llames extranjero.



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